lunes, 10 de diciembre de 2007

¡ Blanca Navidad !

Para mí la Navidad ya no será jamas como antes, después de haber pasado una en un hospital. Creo que pocas cosas hay más tristes que acompañar a un ser querido en su fin en Navidad, demasiado contraste como para entenderlo: adornos, luces, felicidad contra tristeza, miedo, desolación... Pasar por ello te da una perspectiva muy distinta de la vida, porque a partir de ese momento piensas en las personas que lo están pasando mal e intentas acompañarlas con tu pensamiento y enviarles un poquito de fuerza mental, que intentas llegue hasta ellos desde tu corazón; a ellos y a sus familias, que los acompañan con una sonrisa en la cara y una herida en el corazón que solo empieza a sangrar y que toda una vida tardará en curar...
Este año es la primera Navidad sin mi padre, en realidad la segunda porque la del año pasado no se puede contar, aunque por lo menos él estaba ahí a nuestro lado, con nosotros y ya era motivo para sonreír y celebrar aunque solo fuera un poquito, pensando en el milagro de la Navidad, ese que nos alejaría del dolor que luego llegaría.
Yo he decidido celebrarla, porque tengo motivos para celebrar: mi padre dejo de sufrir ese infierno que le amarraba a la vida y no le dejaba vivir desde el 19 de abril del 2006 hasta el 5 de enero del 2007, mi familia esta bien y yo estoy sacando la cara para que me veas, papá, para que veas que yo también soy valiente y se poner la cara a la adversidad y a los malos momentos.

¡FELIZ NAVIDAD, PAPÁ!, SÉ QUE LA VAS A PASAR A MI LADO, GUIÑANDOME UN OJO Y CON UNA MEDIA-SONRISA QUE ME HARÁ SONREÍR A MI TAMBIÉN...

A TODOS FELIZ NAVIDAD, A LOS QUE TIENEN QUE CELEBRAR Y A LOS QUE LUCHARÁN MÁS TARDE PARA ENCONTRAR ALGO POR LO QUE CELEBRAR CUANDO LA TORMENTA PASE.

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